ENTREVISTA CON EMMA RÚA

PRESIDENTA DEL CONSEJO DE DIRECCIÓN DE RUAFER

“En temas fiscales y tributarios creo que es muy importante ponerse en manos de un abogado experto”

La sucesión y transmisión de una empresa familiar puede convertirse en un verdadero obstáculo para su continuidad. La disparidad de criterios que se aplican en el impuesto de sucesiones y donaciones según la comunidad autónoma y el alargamiento de estos procesos puede llegar a ser “una espada de Damocles” con la que los herederos se ven obligados a cargar. Así lo vivió Emma Rúa durante cuatro años, desde que falleció su padre, fundador de la empresa Construcciones Ruafer, hasta que consiguió resolver su caso con el apoyo de Rosón Abogados.

 

“Mi padre murió en el año 2008, que fue justo el comienzo de la crisis”, explica. Con casi 50 años de trayectoria, “hasta ese momento era una empresa muy conocida y muy puntera en Santiago de Compostela, con una valoración económica alta”. Pero la crisis golpeó con fuerza, especialmente al sector de la construcción.

 

La transmisión de una empresa familiar puede suponer una reducción de un 99% en la base del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Galicia. En este caso, la familia presentó una autoliquidación por la participación heredada en la empresa, acogiéndose a estos beneficios, ante la Agencia Tributaria de Galicia (ATRIGA), organismo que tiene las competencias sobre este tributo (cedido por el Estado a las comunidades autónomas).

 

La ATRIGA realizó una comprobación de la autoliquidación y “nos eliminó el 99% de la reducción”, relata Emma. “Además, valoraba la empresa no por lo que era en ese momento, que ya había caído mucho, sino por lo que era a la muerte de mi padre”. Un valor que “no era real”, argumenta, “porque una empresa vale lo que te den por ella, pero no lo que valió en el pasado”.

 

“Nos pasaron unas liquidaciones terribles, que ni trabajando toda la vida te daba para pagarlas”, asegura. La elevada cuantía no solo suponía una deuda con Hacienda “que podíamos arrastrar toda la vida”, sino que hacía imposible la continuidad de la familia en la empresa.

 

Con esta “espada de Damocles” sobre sus cabezas, la familia decidió poner el caso en manos de Rosón Abogados. “Desde el principio nos dieron mucha seguridad”, afirma Emma. “Luis Rosón sabe muy bien de lo que está hablando y lo que está haciendo, sabe explicarlo perfectamente y sabe transmitir confianza”.

 

Rosón Abogados hizo un análisis exhaustivo del expediente y presentó una reclamación por la vía económico-administrativa en la que se ponía en cuestión la actuación de la ATRIGA. Según el escrito de defensa, la agencia gallega no fue rigurosa y abrió varios procedimientos de gestión de manera consecutiva, sin haber cerrado los anteriores y superando ampliamente el plazo de seis meses en los que deben resolverse este tipo de actuaciones. El tribunal reconoció finalmente los errores cometidos por la ATRIGA y anuló la liquidación que había impuesto a los herederos.

 

El fallo permitió la continuidad de la familia en la empresa a la que su padre había dedicado toda la vida. Y la relación con Rosón Abogados se mantiene, pues cuenta con su asesoramiento “en cualquier cuestión que tenga que ver con la compañía”.

 

Conocimiento, rapidez y profesionalidad son las cualidades que destaca del despacho que dirige Luis Rosón. “El Derecho es una cosa muy amplia y hay muchas personas que se dedican a él, pero los temas fiscales y concretos, que a veces los lleva todo el mundo, creo que es muy importante ponerlos en manos de un abogado experto. Te juegas mucho en estos casos”.

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Rosón Abogados & Asesores Tributarios